5 claves para gestionar el dolor emocional
El dolor emocional es una emoción negativa que está relacionada con una situación que nos afecta. Cuando se produce una ruptura por ejemplo, aparece el dolor junto con la tristeza.
Asociamos el dolor con una situación específica. Lo más normal, es que con el paso del tiempo ese dolor vaya disminuyendo, sobre todo si nos distraemos con nuestro trabajo, hobbies, saliendo con amigos, etc.
El dolor emocional tiene una razón para estar.
El dolor es una señal que nos indica de que tenemos que dirigir nuestra atención hacia el problema que tenemos delante.
A menudo cofundimos el dolor con el sufrimiento, pero la realidad es que son cosas diferentes.
El sufrimiento es también un dolor emocional, pero con la diferencia de que es un dolor que nosotros alimentamos con pensamientos negativos. Te pongo un ejemplo: puede que sientas dolor por una ruptura, es dolor emocional, pero si alimentas ese dolor con pensamientos de que lo vas a echar de menos, no vas a poder sola, no vas a encontrar a nadie, etc. Es ahí dónde aparece el sufrimiento.
Es cierto, que muchas veces no podemos controlar el sufrimiento, como por ejemplo en el fallecimiento de un ser querido.
Pero en otras ocasiones, no nos sirve para nada, nosotras mismas lo alimentamos con nuestros pensamientos, de forma inconsciente elegimos sufrir.
El dolor emocional no es el mismo para todo el mundo.
Las mujeres sienten el dolor de forma distinta, da igual cuál sea la situación que lo provoque. Hay mujeres que lo sienten más y otras menos. ¿Cuál es la diferencia? Las mujeres que lo sienten más no disponen de herramientas para gestionar esa situación que ha ocurrido de manera inesperada.
Cuando aparece el dolor emocional pueden darse dos situaciones. La primera que esa persona adopte el papel de víctima y alargue el sufrimiento más de lo necesario. La segunda, que acepten ese dolor y se centren en soluciones para salir de esa situación lo antes posible.
¿Cómo manejar el dolor emocional?
La peor forma de manejar el dolor es intentar evitarlo para no sentirlo, de esta manera lo único que conseguiremos es que siga apareciendo y puede que con más fuerza.
El dolor está ahí para mandarnos un mensaje y por eso, hemos de escucharle, pero es cierto que es una emoción desagradable y por eso te voy a dejar una serie de pautas para manejarlo:
- El primer paso es reconocer que lo estás pasando mal, que estás sufriendo y querer tomar cartas en el asunto para dejar de sufrir.
- El segundo paso, es trabajar la aceptación, aceptar el sufrimiento, porque como te decía antes, rechazarlo solo lo fortalecerá. Aceptar no significa admitir que va a estar ahí siempre, sino que tú puedes hacer algo para remediarlo.
- Date permiso para sentir el dolor emocional. Explora. Investiga dónde se localiza ese dolor en tu cuerpo. Cuanto más te atrevas a sentirlo, menos doloroso resultará.
- Permítele salir. Deja que el dolor salga mediante la escritura, la pintura, bailando, hablando con alguien,etc.
- Averigua de dónde viene ese dolor. Cuándo aparición, a qué situación está asociado e intenta descifrar su mensaje, su intención.
Mi recomendación, a parte de seguir estos pasos es que empieces a introducir la meditación en tu día a día. Te ayudará a gestionar tus pensamientos y a indagar en las causas de tu dolor emocional.
La meditación puede convertirse en tu gran aliada, ya que, te enseñará a vivir el presente y dejar el pasado y el futuro atrás. Y no solo eso, sino que te ayudará a gestionar mejor tus emociones para que no te dominen.
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