Dependencia emocional cómo superarla
La dependencia emocional se define como la incapacidad de soltar una relación aún cuando resulta indispensable hacerlo.
Cuando responsabilizamos a algo o alguien externo de nuestra felicidad, es imposible no volverse dependiente emocional. La fuente de tu felicidad se basa en alguien externo a ti, por lo tanto, todo lo que haga esa persona te afectará directamente a ti, pondrá en peligro tu felicidad.
Por lo que se apodera de ti el miedo y desde ese miedo actúas para salvaguardar tu felicidad con comportamientos dependientes como necesitar muestras de afecto constantes, saber qué hace tu pareja en cada momento, que te de seguridad y protección, etc.
La dependencia emocional está muy relacionada con el concepto que se tiene de una misma, si no te valoras, no te quieres, no te respetas, en resumen, no tienes una buena relación contigo misma, atraerás a tu vida a personas que te traten de la misma forma que te tratas tú.
La dependencia emocional se basa en la necesidad. “Te necesito para ser feliz”, “solo estoy completa si no tengo a alguien en mi vida que se ocupe de mí”.
Si de niñas hemos desarrollado un estilo de apego inseguro, tendremos la creencia de que necesitamos a alguien para estar completas, necesitamos a alguien que se ocupe de nosotras porque nosotras mismas no somos lo suficientemente fuertes como para hacerlo.
Responsabilizamos a nuestra pareja de cubrir esas necesidad y carencias que tuvimos en nuestra infancia.
Lo más paradójico de esto es, que buscamos fuera lo que necesitamos darnos por nosotras mismas y sólo cuando tomemos conciencia de ello, trabajemos en nosotras mismas y sanemos nuestras heridas, podremos iniciar una relación de pareja sana.
A continuación, te voy a dejar 4 pasos que considero que son indispensables para liberarte de la dependencia emocional.
Identifica si eres una persona dependiente en tus relaciones de pareja.
La dependencia emocional no sólo tiene porqué darse en la relación de pareja, de hecho, lo más probable es que sientas apego a otras personas, situaciones o cosas.
Puede que te cueste desprenderte de ese pantalón que lleva cinco años en el armario cogiendo polvo porque piensas “y si me dan ganas de ponérmelo algún día”.
Una persona con dependencia emocional tiene los siguientes rasgos:
- Su felicidad depende exclusivamente de su pareja, sólo se siente feliz cuando está con esa persona.
- Su estado de ánimo varía en función al de su pareja. Si su pareja está feliz, ella está feliz. Si su pareja está triste, estará triste.
- Prioriza a la otra persona y se olvida por completo de ella misma. Su vida se centra exclusivamente en esa persona y deja de lado cualquier actividad para atenderle, ya sea quedar con amigas, trabajar, hacer un recado, …
- No pone límites, tiene tanto miedo a que su pareja le abandone que prefiere no discutir con ella y por eso acaba cediendo.
- Se adapta por completo al otro, olvidando sus gustos, preferencias, valores,…
- Su mayor miedo es que su pareja le deje.
- Tiene un gran sentimiento de culpa, cada vez que su pareja le reprocha algo, se culpan.
- Intenta tener el control sobre la otra persona, saber dónde está, con quién está, …
- Se aísla, deja a un lado a sus amigos, familiares y compañeros para estar con la otra persona.
- Siente mucha ansiedad, necesita muestras constantes de afecto e interpreta cualquier comportamiento de su pareja como una señal de que le va a dejar.
Lo que más caracteriza la dependencia emocional es esa creencia de necesitar al otro, porque sin él no se ve capaz de continuar con su vida.
Realiza un listado con los aspectos negativos que te han hecho sufrir de cada una de tus relaciones.
Cuando estamos en una relación en la que somos dependientes una de las cosas que nos suelen ocurrir es que idealizamos la relación, ponemos a la otra persona en un pedestal y no tenemos en cuenta los comportamientos que nos hacen daño.
Por eso un punto importante es realizar una lista con las cosas que te han hecho daño de tus relaciones, comportamientos, palabras, actitudes, lo que sea.
Cuando más escribas mejor.
También es importante tener en cuenta lo que has hecho tu por las relaciones, si te has adaptado, si has dejado de lado proyectos, sueños o ilusiones, si has dejado de ser tú.
Es importante tomar conciencia del sufrimiento que te han ocasionado ese tipo de relaciones.
Fortalecer la autoestima.
La autoestima está relacionada con la valoración subjetiva que haces sobre ti misma.
Al ser una valoración subjetiva no quiere decir que sea real, sino que has creado una imagen de ti misma basadas en tus experiencias y en tus relaciones con los demás.
La autoestima es un pilar fundamental en nuestra vida, nos protege de la dependencia, si nuestra autoestima es baja, nos veremos indefensas y nos ataremos a la primera persona que nos elija para sentirnos a salvo.
Como te dije antes, si tu autoestima es baja, no te quieres, no te valoras y no te consideras importante, atraerás a tu vida a parejas que te traten exactamente cómo te tratas tu.
Nuestra pareja nos hace de espejo.
En el fondo la mayoría de las veces lo que vemos es un reflejo de nosotras mismas.
Y si no lo ves claro puedes hacerte estas preguntas:
¿En mis parejas me ha faltado amor? ¿Exigía a mi pareja reconocimiento? ¿Necesitaba saber que mi pareja me quería?
Y ahora a la inversa:
¿Te falta amor hacia ti misma? ¿Te reconoces tus logros? ¿Te demuestras cada día que te quieres?
Ahí tienes la respuesta.
Para comenzar a fortalecer tu autoestima puedes hacer lo siguiente:
- Un listado con todos tus logros.
- Deja de compararte con los demás, cada persona es única y diferente y eso es lo que nos hace tan valiosas.
- Plantéate nuevos retos y objetivos y ve a por ellos.
- Deja de procrastinar, si te propones algo ve a por ello, empieza con pequeños pasos hasta llegar a tu meta.
- Empieza a conocerte, escucha lo que hay en tu interior, observa tus pensamientos, tus emociones, adopta la posición de testigo y observa todo lo que ocurre en tu interior.
- Haz un proceso de sanación interior de tus heridas, cuando nos metemos en una relación es normal reabrir heridas que no hemos sanado, por eso es tan importante iniciar un proceso de sanación antes de comenzar una relación, sino proyectaremos en esa persona todas nuestras heridas.
Dedícate tiempo para estar contigo misma
Uno de los mayores miedos cuando tenemos dependencia emocional es el miedo a estar solas.
En la soledad afloran todos esas emociones y pensamientos que queremos enterrar y nos hace sentir vulnerables y en contacto con nuestro dolor, pero solo cuando liberemos ese dolor, podremos transformarlo en un aprendizaje.
Es importante que pases tiempo a solas contigo misma.
La soledad te ayudará a conocerte, a identificar qué actividades te gustan y cuáles no, a observar qué pensamientos surgen en tu cabeza, cómo es tu diálogo interno, qué sientes y de dónde vienen tus emociones.
Solo estando en soledad lograrás conocerte de verdad a ti misma.
Disfruta de tus momentos a solas. Haz un listado de actividades que te gusten y empieza a realizar alguna.
Puedes ir a ver una película al cine, ir a cenar sola, irte de tiendas, a correr, …
Lo que se te ocurra.
Se trata de hacer que ese momento sea agradable para ti, que lo disfrutes y tengas ganas de repetir.
No es malo querer compartir tu vida con otra persona, tener a alguien que te de cariño o conversación, es normal. Lo perjudicial es pensar que necesitas a esa persona para ser feliz, porque sin ella no sabes ni que hacer con tu vida, es ahí donde radica el sufrimiento y la raíz de la dependencia emocional.
Lo mejor que puedes hacer es disfrutar primero de tu propia compañía sin tener una pareja, sanar todas tus carencias y heridas y una vez que te sientas completa y feliz por ti misma, es entonces cuando estarás verdaderamente preparada para crear una relación de pareja sana, que esté basada en el amor y no en la necesidad.
¡Sé que puedes superar la dependencia emocional!
Por eso te quiero regalar mi libro ” 4 claves para construir relaciones sanas”.